Huracanes

El término "huracán" tiene su origen en el nombre que los indios mayas y caribes daban al dios de las tormentas, pero este mismo fenómeno meteorológico es conocido en la India con el nombre de "ciclón", en las Filipinas se le denomina "baguio", en el oeste del Pacífico norte se le llama "tifón", y en Australia "Willy-Willy". Estos términos identifican un mismo fenómeno meteorológico.

En forma sencilla, un huracán es un viento muy fuerte que se origina en el mar, que gira en forma de remolino acarreando humedad en enormes cantidades, y que al tocar áreas pobladas, generalmente causa daños importantes o incluso desastres.



Características principales

Los ciclones tropicales constituyen una clase especial de grandes sistemas de vientos en rotación y poseen características únicas de circulación, completamente distintas de los sistemas ciclónicos típicos de latitudes medias y de los tornados de escala menor, de las trombas marinas y de los remolinos de polvo.

Los ciclones se forman y se intensifican cuando están situados sobre océanos tropicales o subtropicales en ambos hemisferios, en donde la fuerza de rotación de la tierra (Coriolis) es suficientemente fuerte para que se inicie el movimiento de rotación alrededor del centro de baja presión y cuyas temperaturas de agua a nivel de la superficie son de 27° C o más cálidas.

¿Qué hacer antes, durante y después?

Antes

  • Acuda a la unidad de protección civil o a las autoridades locales para saber:
  • Si la zona en la que vive está sujeta a este riesgo.
  • Qué lugares servirán de albergues.
  • Por qué medios recibirá los mensajes de emergencia.
  • Cómo podrá integrarse a las brigadas de auxilio, si quiere ayudar.
  • Y usted les informará cuántas personas viven en su casa y si hay enfermos que no pueden ver, moverse o caminar.
  • Platique con sus familiares y amigos para organizar un plan de protección civil, tomando en cuenta las siguientes medidas:
  • Si su casa es frágil (carrizo, palapa, adobe, paja o materiales semejantes), tenga previsto un albergue (escuela, iglesia, palacio o agencia municipal).
Durante

  • Conserve la calma y tranquilice a sus familiares. Una persona alterada puede cometer errores.
  • Continúe escuchando su radio de pilas para obtener información o instrucciones acerca del huracán
  • Desconecte todos sus aparatos y el interruptor de energía eléctrica.
  • Cierre las llaves de gas y agua.
  • Manténgase alejado de puertas y ventanas.
  • No prenda velas ni veladoras, use lámparas de pilas.
  • Atienda a los niños, ancianos y enfermos que estén con usted.
  • Si el viento abre una puerta o ventana, no avance hacia ella en forma frontal.
  • Vigile constantemente el nivel del agua cercana a su casa.
  • No salga hasta que las autoridades indiquen que terminó el peligro. El ojo del huracán crea una calma que puede durar hasta una hora y después vuelve la fuerza destructora con vientos en sentido contrario.

Después

  • Conserve la calma.
  • Siga las instrucciones emitidas por radio u otro medio.
  •  Reporte inmediatamente los heridos a los servicios de emergencia. 
  •  Cuide que sus alimentos estén limpios, no coma nada crudo ni de procedencia dudosa.
  •  Beba el agua potable que almacenó o hierva la que va a tomar.
  •  Use los zapatos más cerrados que tenga.
  •  Limpie cuidadosamente cualquier derrame de medicinas, sustancias tóxicas o inflamables.
  •  Revise cuidadosamente su casa para cerciorarse de que no hay peligro. Si su casa no sufrió daños, permanezca ahí.
  •  Mantenga desconectados el gas, la luz y el agua hasta asegurarse de que no hay fugas ni peligro de corto circuito.
  •  Cerciórese de que sus aparatos eléctricos estén secos antes de conectarlos.
  •  No divulgue ni haga caso a rumores.
  •  Use el teléfono sólo para emergencias.
  •  Colabore con sus vecinos para reparar los daños.
  •  En caso necesario solicite ayuda al grupo de auxilio o autoridades más cercanas.